Francia, abril, poco dinero, y lluvia… Después de una semana aquí, comenzábamos a aburrirnos por no poder salir gracias a las condiciones del clima. Era viernes y necesitábamos salir antes de volvernos locos, el cine no era opción porque Milagro y Luis no hablan francés, al bowling ya fuimos, el bar era muy caro, la discoteca quedaba lejos, los kartings eran más lejos aun, el simulador de caída libre costaba igual que un salto en paracaídas de verdad, la opción fue la proposición de Fransua de jugar billar…
Billar… En mi vida he agarrado yo un palo de billar, ni si quiera un palo de escoba, y para apuntar unas “piaso e ‘bolas y meterlas en un hueco, menos que menos! Pero claro, si yo no tengo puntería ni paciencia.
Jugamos en equipos, éramos tres hispanohablantes contra dos franceses. Los latinos íbamos de últimos –gracias a mí, debo admitirlo- y ambos equipos se lanzaban puntas, chistes, insultos, y bromas al mismo tiempo sin entenderse. Perdimos la primera ronda y luego me sacrifiqué estratégicamente cambiándome al equipo de los franceses para jugar mal y ayudar a ganar a los latinos… que al final perdieron nuevamente a pesar de mi sacrificio.
La próxima hacemos un torneo de chapita a ver si van a ganar.
Como revancha decidimos armar un torneo de pistolas laser. Nos fuimos al centro de juegos del pueblo donde hay un bowling y un laberinto de 400mts dividido en dos pisos donde 21 personas se “caen a luces”.
Es fácil – dijo Fransua- Se ponen la pechera, toman la pistola con dos manos y tratan de apuntar en las luces de los otros, el que más gente “mate” más puntos gana, el “combate” dura 25 minutos, no se dejen disparar y corran si hay mucha gente del otro equipo.
Por un momento sentía que estaba yendo a la guerra de verdad, todos estaban metidos en el papel, apuntando, vestidos de negro y hasta con capucha… ERA LA GUERRA!
Armados con nuestras pistolitas de plástico que echaban luces, nos fuimos a la batalla, teníamos 15 segundos para correr y ponernos en nuestras posiciones.
Y yo que no se jugar pero ni HUNTER DUCK me agachaba, y picaba un ojo.
-Bueno María, en las películas los asesinos hacen así, agachaditos y apuntando con un solo ojo matan a un gentío’, tan difícil no debe ser.
De pronto mi chaleco comenzó a vibrar y una voz –la de la sargenta robótica- me anunciaba que había sido víctima de un tiro en el hombro. Me piqué, y en español me puse a pegar gritos, de vez en cuando me unía con mis amigos en esquinas para “organizar tácticas”.
Susu, yo me pongo de este lado y tu sal por el otro que ahí vienen unos rojos, dale que no nos entienden!!! A la cuenta de tres: uno, dos, tr… Y salíamos corriendo unos pa’lante y otro pa’tras, nada que ver con la estrategia. La sargenta robótica me anunciaba a cada ratico que había recibido un tiro y yo no había matado a nadie. Di gracias a Dios de que eran tiros de mentira porque sino seguramente en este momento tendría forma de colador.
Yo no entendía porque no había logrado matar a nadie si estaba apuntando con mi ojito como en las películas , los niñitos de 14 anos iban dando tiros como locos, rodaban por el piso y parecían unos guerrilleros con años de formación, mientras que la sargenta me decía con voz de robot histérica QUE TE DIERON OTRO TIRO MARIA CONO MUEVE ESE C…
Corriendo hacia el cuartel me conseguí con uno e mi equipo, nos escondimos mientras los demás se acribillaban a luces.
-Todo bien María? Cuantos llevas?
-Yo no sé yo apunto con el ojito y disparo y disparo y nada de nada!
-Pero como haces?
-Así mira.
Tome la pistola con fuerza y precisión, cerré el ojito y apunte a un punto equis para disparar y fue entonces que Sof se dio cuenta de mi error.
-Pero Magriña! Si tienes la pistola desconectada como vas a disparar.
Muertos de risa, conectamos la pistola y Salí a vengarme de todos los niñitos que me habían requeté matado. Armada de valor y de mi pistolita activada di mi primer tiro.
PIUUUUUUUUUUUUU exclamo mi pistolita feliz de estar siendo utilizada como Dios manda, y ”maté” a un enemigo, la sergenta robótica me felicito por haber acertado al blanco y me animo a seguir pegándole lucesazos a Raquel y todo aquel. Justo cuando me sentía una veterana de guerra asesina en seria, una espartana del siglo XXI, baje al segundo piso a “llevármelos por los cachos a toditos” . Ya con dolor de batatas por andar en “posición agachadita de guerra” aprendida por los soldaditos de Toy Story, vi a un bombero en el medio de la sala.
-Bicho seguro este es el que más hay que matar
Y sin creer en nadie le disparé y dispare y dispare y dispare hasta que grito durísimo que no estaba jugando, que era un bombero de verdad y que por una falla eléctrica estaban desalojando el lugar.
Su maaaaaaaaadre, salieron todos los guerreros chorreaos por la salida de emergencia, y yo metida en mi papel de guerrera me había quedado cayéndole a tiros al bombero que quería salvarme de una posible catástrofe de un corto circuito…
Peor mis amigos que no hablan francés y menos que menos entendían lo que decía el bombero, al salir moríamos de la risa imaginando los titulares de un periódico imaginario donde tres venezolanos matan con luces a un bombero alto mando del departamento de Rambouillet.
Cuando nos caemos a pistolazos?
#BuenaLectura
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