Susu’s Reservations.
Planifique el viaje a Milán con 1 mes de anticipación aproximadamente, pagué las de novata reservando un hostal de UNA estrella, que tenía UN solo baño para todos los huéspedes, y que, básicamente era UN edificio de CUATRO pisos sin ascensor… y nosotros obviamente dormíamos en el piso cuatro.

SI, él hablaba español y nos había entendido TODO.
Realmente no estaba taaaaan mal, era muy muy limpio, y los dueños eran muy amables y nos dieron “tips” para movernos por la ciudad, además que no podíamos pedir mucho cuando pagábamos60 euros por noche en una habitación de una cama matrimonial + una individual. El problema? Milagro mi amiga “la miss” no me hablo al menos por un día cuando vio el hostal, eso era muy “niche” tanto así que no quiso compartir cama conmigo y me toco dormir con Luis Eduardo en la cama matrimonial. Una noche, luego de ser víctimas de robo, regresamos al hostal cansados y listos para dormir, las camas estaban impecablemente hechas y en la habitación no había ningún rastro de polvo. Le mande un mensaje de texto a mi mama y al francés para informarles que todo estaba bien y me prepare para un profundo y necesario sueno, contando ovejitas, soñando con el Hilton, y un baño decente, grande y privado sobretodo… En mi sueño había un botones guapísimo que me llevaba una botella de champagne a la habitación que daba vista al mar, mientras yo preparaba un relajante baño de burbujas, el botones toco la puerta una vez, dos veces, tres veces y PUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUF.
Mi sueño fue interrumpido violentamente por un ruido que daba miedo, TERREMOTO –pensé- atentado terrorista, bombas, LA GUERRA!!! Me sacudí violentamente de la cama buscando el origen del ruido, y al girar mi cabeza a la derecha solo podía ver como Luis estaba casi casi pisando tierra.
MIEEEEEEEEEEEEEEEEER, ES LA CAMA!
MIEEEEEEEEEEEEEEEEER, ES LA CAMA!
Luis Eduardo que es de sueño pesado se dio cuenta de lo que estaba pasando, pero su cuerpo no respondía, porque no se quería levantar. Milagro en la cama de al lado se estremeció y prendió la luz, y tres segundos después, nos moríamos de la risa, cuando pudimos entrar en razón y abrir los ojos lagañosos, levantamos la cama y verificamos que todas las tablas estaban en el piso.
-Si yo no puedo dormir NADIE EN ESTA VERGA DUERME.
Miré el reloj y eran las 4am, al tener las tablas en su lugar nos acostamos cuidadosamente y por suerte nos re-despertamos a las 10am con la cama aun en pie…
Moraleja: Lo barato sale caro, o incomodo.
Moreleja 2: SI te vas a quedar en un hostal que no sea por más de dos noches, es horrible.
Moraleja 3: No se les ocurra ponerme de organizadora de viajes nunca en sus vidas.
#BuenaLectura
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