Mi papa nos llevo religiosamente durante tres fines de semana.
Nos portabamos bien porque sabiamos que de eso dependia que nos dejaran ir.
Desde el lunes nos preocupabamos por qué ibamos a ponernos, hasta que llegaba el sabado... querido sabado.
Horas arreglandonos, sin derecho a mucho maquillaje. Por esa razon nos robabamos los maquillajes de las tias para ponernoslo en el bano.
"Yo llevo dinero para una coca-cola"
"Yo también"
Eran los ahorros de la merienda de la semana, no sabria decir cuanto era hoy en dia, pero seguro que sacificamos algunos doritos y super poppys en la semana para poder ser chics y tomarnos nuestra coca-cola.
"Papa, dejanos aqui" le decia yo en el estacionamiento.
"No, yo las llevo hasta arriba"
Daniela me pelaba los ojos, yo se los pelaba a ella. Que raya!
Entrabamos y era la euforia, luces de colores, humo, a veces animaciones y "concursos".
En esa epoca ella todavia no usaba tacones, y yo mucho menos. Pero desde el momento en que mi papa se iba, sacabamos un tumbao' que ninguna Miss Venezuela podia igualar.
"Hoy si vamos a bailar"
"Obvio!"
Estaba decidido, seriamos las reinas de la noche!
"Vamos a bailar tanto que seguro salimos en pillate.com"
Entonces comenzaban los pretendientes, a sacarnos a bailar.
Uno mas feo que el otro...
"Ahi viene uno"
"Cual?"
"El de camisa azul, te esta viendo"
"Ay no que feo, ponte frente a mi"
Era nuestra tactica para protegernos de invitaciones de chicos que no nos gustaban, o que eran tan bonitos que la pena nos mataba por dentro.
Asi pasaban las horas en la chamoteca, pegadas en la pared, hablando entre nosotras para espantar a los pretendientes, cuchicheando y viendo la ropa de esta, aquella y la otra. Si teniamos suerte nos encontrabamos con Manuel, Yonatan, Xavier y/o su prima para encompincharnos.
"Dani ya son las 11.00 ya vienen a buscarnos" que suerte que nos dejaban quedarnos hasta tan tarde!
Se vacia la chamoteca y nos vamos corriendo porque sabemos que mi papa nos espera abajo... un retraso podria penalizar la salida del fin de semana siguiente.
"Bailaron mucho?"
Nos mirabamos con cara de fracaso...
"No, pero la proxima si" respondiamos decididas.
Y nos prometimos (de nuevo) que el proximo fin de semana "si vamos a bailar, sin ser gafas"
LLegamos a casa, agarramos a Jesus que en su indiferencia y entre risas acepto ser el testigo de nuestro tratado, y asi escribimos nuestra carta magna de la chamoteca...
la cual, evidentemente, irrespetamos el fin de semana siguiente, y el siguiente...
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