8 ago 2012

Por porfiada


Típica manía de dejar todo para última hora. Me iba a Milán de vacaciones y no había hecho la maleta, detrás de mí, mi mama repitiendo como lorito que se van a pasar los días y no has hecho nada María de Jesús, tú crees que hacer maletas es facilito.
Y yo por dentro, típica veinteañera,  echándomela de que me las sé todas cuando no sé nada, me decía a mi misma que eso CLARO QUE PODIA hacer la noche anterior al viaje, que meter ropa para nueve días no podía ser tan complicado; MITO. Hacer maleta es la cosa más estresante de la vida, sobre todo cuando tu mama no te ayuda porque “tú eres grande”.

Horas antes de dormir  busque primeramente todas las pantaletas y los sostenes, porque algo que no me gusta es andar pendiente de lavar ropa íntima cuando ando de viaje. Ahí vamos bien María me dije a mi misma, y seguí la faena. Revise el clima para escoger la ropa adecuada, metí unos vestidos, jean, faldas, franelas… todo iba bien en ese momento; el problema: los zapatos que originalmente son amarillo pollito estabas más bien color mostaza. A las 9pm cogí un cepillo y “ACE” y me puse a lavarlos, y allí iba mi mama diciendo esas frases de mama
Te dije que tenías que hacer eso con tiempo, te vas a ir con los zapatos mojados.
Claro que no mama no exageres esos se secan si los pongo en la calefacción.
Te vas a acordar de mi cuando te de pecuecas.
Luego de un rato toda la ropa estaba lista, faltaba dejar secar los zapatos y llevármelos puestos el día siguiente, orgullosa de haber terminado mi deber, me fui dispuesta a dormir temprano pero primero tenía que darme una ducha relajante. Una ducha… NO METI TOALLA. Salí corriendo a buscar una toalla, no conseguí, donde estaban? Pues claro, en la ropa sucia. 
MAMAAAAAAA! No hay toallas limpias?
Si no hay en el closet no, yo no he lavado.
Y como hago ahora!?
Te dije que tenías que preparar eso con tiempo, pero tú no haces caso.
Fue en ese instante que me dio una calentura, con rabia con acidez y todos los malestares que dan cuando la mama/papa, tienen razón y uno no quiere aceptarlo pero sabe que es así…
Tome dos toallas de secarse las manos y las metí en la maleta, tome mi ducha –ahora si para desestresarme- me prepare para dormir sin olvidar antes claro mis gotas para la alergia, porqué en primavera con el polen yo me enfermo mucho y no me gus… MIERDA, NO METI EL ANTIALERGICO. 
Me pare de nuevo corriendo a vaciar la gaveta de remedios y prepare un kit con atamel, ibuprofenos, antialérgicos, acetaminofen, antiácidos, gotas para los ojos, la nariz, y para el dolor de barriga, luego recordé que no había metido el maquillaje, ni cartera, ni fotocopia de los papeles ni los otros pasajes, que no había guardado la lista con los lugares que quería conocer, que faltaba el cargador, el cepillo de dientes, el shampoo, el jabón, el desodorante, la crema del cuerpo, la agenda con los números de mis papas, ni el estuche para guardar los lentes, ni había pensado al dinero en efectivo, ni a donde guardar los pasajes para que estuviesen a la mano, que si la aduana, el duty free, el tren en la mañana, los tickets, la alarma, las palabras básica en Italiano, la dirección del hotel. NO SABIA NADA.
Una maleta para los zapatos, otra vacia para las cosas que comprariamos, otra llena de ropa que seguramente no usaria en todo el viaje, remedios, maquillaje, mariqueras, libros que no leeria, un celular que no podria usar, y todo lo que yo suponia que mi mama habria metido en mi lugar en una maleta para asegurar un viaje sin problemas.
Terminé acostándome a la 1am para levantarme a las 4am. Mientras mi mama dormía placida en su cama queen, yo me iba dando cuenta de que era un viaje a otro país donde no conocía a nadie ni nada, y que por primera vez era yo la verdadera responsable de lo que pasaría. Y así me fui con mi maleta llena de remedios que no sé ni para qué sirven, y con los zapatos increiblemente secos,  como los scouts, SIEMPRE LISTA.
Resultado final: 4 maletas...

#BuenaLectura

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